martes, 18 de noviembre de 2008

Los vinos en Cafayate


El vino Torrontés de Cafayate es considerado único en el mundo por las especiales características del lugar, clima, suelo, altura, humedad y forma de elaboración. Otro de los vinos exquisitos de la zona es el Cabernet- Sauvignon, en el que resaltan sabores cítricos y unos términos muy finos que le confieren una gran estructura. Alcanza su mejor sabor a los 7 u 8 años de añejamiento y para lograr la calidad deseada las bodegas utilizan toneles de roble nuevo que evitan que el vino se contagie del gusto a viejo con el que se producían antiguamente. Otros varietales reconocidos de Cafayate son el Chardonay, el Merlot, y pueden degustarse muy preciados ejemplares de Mistela y Patero.

La vid tiene en Cafayate sus antecedentes desde 1556, año en que se introduce desde el territorio actualmente chileno. Las variedades de cepas francesas se plantaron a partir de 1,886. Fueron traídas por don Wenceslao Plaza a su finca La Perseverancia en el distrito de Animaná, al igual Don Sigifredo Brachieri en Cafayate. El primer establecimiento se remonta a 1,857, con la BODEGA LA BANDA. La justificada fama de sus viñedos esta dada por su ubicación. Es una mesopotamia flanqueada por el arroyo Esteco y el río Chusha, en la que se combina un ambiente seco y soleado con una humedad subterránea superior al resto del valle, lo que determina el distinto comportamiento de suelos y cepas.

Los vinos Torrontés tienen una mayor exposición solar por su ubicación en los faldeos altos, mientras que las viñas francesas de nuestros tintos discurren en los terrenos bajos, ricos en sedimentos y con temperatura media.

En todos los casos, se ha limitado la producción de los viñedos buscando el equilibrio en que los extractos, la acidez y los aromas y sabores se conjugan en el punto óptimo de cada variedad. El resultado es una materia prima excepcional, condición indispensable de los grandes vinos.

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